Y el primer día de marzo, con tiempo suficiente para ver venir la primavera en nuestros semilleros, se abrieron las puertas del huerto ecológico comunitario de la Alameda de Osuna. Se abrieron de par en par, sin reparos, a pecho descubierto, dejando entrar una brisa de domingo especial y un buen presentimiento.
Había que hacer las presentaciones oportunas, vecinos-huerto, huerto-vecinos. Toda gran hazaña merece contar con protagonistas interesantes y variopintos que aporten efecto sorpresa a cada capítulo que se escriba de esta historia. Y para hacer grande este comienzo necesitábamos eso, ¡hacer este huerto de todos!
Un cielo azul espléndido y sol imponente fueron los primeros en acercarse. Y con ellos, la esperada Alegría de la Huerta. Ahora todo cobraba sentido
Cómo si estuviera preparado de escenario perfecto para la ocasión nos fuimos congregando debajo de un almendro a punto de brotar en flor. Estaba claro que sabía lo que se cocía bajo sus ramas. Se nutría de comentarios, ideas, propuestas. Se oyeron discursos, aplausos, risas. Se vieron manos manchadas de tierra, comenzaron los primeros repiques de las azadas y escucharon muchas voces de compañerismo.
Tuvimos ocasión hasta de conocer a Fernando, el señor que planto el mencionado almendro idílico hace 15 años (el cual evidentemente flipó a ver a más de 60 adoradores de la hortaliza ecológica, con micrófono en mano bajo su cobijo) y a otros muchos más que se acercaron.
Pequeños aprendices de hortelanos correteaban haciendo rabiar a los delimitadores de bancales (tomamos nota, necesitamos un babybancal), impacientes inmortalizadores de momentos plantando un abeto en mitad de la futura zona de asambleas (no problem, nos gusta la espontaneidad, danzaremos alrededor de él en las deliberaciones)… Esto no ha hecho más que empezar…lo mejor esta por llegar.
Conseguimos agotar las hojas de inscripción y plantar nuestra higuera inaugural con un puñado de tierra de cada uno de los presentes, así ‘bonito bonito’ para que en unos años podamos estar apoyados a la sombra de nuestra higuera recordando cuando nos hicimos ‘amigos de la tierra’.
Gracias a todos los que nos acompañasteis en este día y toda la energía a los nuevos huertos que están naciendo o los que ahora tristemente se están desalojando, gracias porque sin vosotros y vuestro camino recorrido no estaríamos ahora comenzando el nuestro.
hola, entusiastas del olor a tierra, ozono, frescor, trabajo en grupo, resultados verdes, compromisos personales y amistades futuras, de ilusiones futuras y lejanas, que por fin cercanas, hete aquí la esperanza de llenar un pequeño gran vacío, y todo lo que queráis añadir
Hala, a darle,
y felicidades a los motores que iniciaron lo que parecía utopía, -un huerto de la alegría-
Qué pena hoy no he podido acudir pero ayer, ilusionado hice unas brazadas con la pala y la azada con Lola, Estela,
Bien por tod@s y gracias a tod@s
Enri 🙂 ;>
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Hola Enri, poco a poco nuestro ‘campito’ va cogiendo color!!!
Y eso gracias a la ilusión que estáis poniendo todos.
Gracias por poner tantas ganas!
Nos vemos el viernes 😉
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