Casi han pasado dos meses desde que abrimos las puertas de esta experiencia inmensa que todos los domingos nos devuelve a casa con las manos oliendo a tierra y con algún hierbajo enredado en el sitio más insospechado.
Lo que parecía en un inicio lo más difícil, conseguir el terreno, ha sido al final lo más sencillo de todo. Avanzar de la mano, escuchando todas las voces y mantener el equilibrio será realmente el verdadero reto de este proyecto.
Hoy ha sido un gran día, nuestra primera siembra: tomate, patata, melón, lechuga, calabacín… y gracias a nuestro hortelano con el mejor «enfoque», Pedro Antunes, podremos recordarlo también con estas bonitas fotografías.
¡Gran trabajo el que se ha hecho hoy! Dormiremos todos esta noche como los angelitos artistas que han hecho las identificaciones de los cultivos que se merecía nuestro huerto.